Inteligencia Artificial
En ciencias de la computación se denomina inteligencia artificial (I.A.) a la capacidad de razonar de un agente no vivo. John McCarthy, acuñó el término en 1956, la definió: "Es la ciencia e ingeniería de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes."
Hasta hace unos pocos años el sueño de tener un hogar inteligente y autosuficiente estaba lejos. Costos siderales, escasa tecnología disponible y falta de entusiasmo y de especialistas eran lo que más dificultaban el crecimiento de esta rama.
Hoy todo ha cambiado, y la domótica puede considerarse una realidad en crecimiento y con buena salud. Al surgimiento de nuevas tecnologías ha contribuido la preocupación ambiental (el hogar inteligente puede ahorrar hasta un 40% de energía a lo largo de un año) y hasta la necesidad de aumentar seguridad.
O la sensación de seguridad, porque al fin y al cabo somos humanos y nos gusta tener todo controlado, y un hogar en internet nos da otra sensación de control. Aunque con la simulación de presencia, entre otras cosas, la seguridad aumentará y no estamos hablando de sensaciones sino de algo real, tangible.
El crecimiento de la domótica ha sido tal que hoy no son pocos los sociólogos que se preguntan como serán los hogares en pocos años, con tanta inteligencia artificial disponible. Tal vez se pueda pensar en barrios en red, o ciudades enteras en red, interconectadas para gestionar recursos.
Es así como la domótica deja lugar a la urbamótica, que es el diseño y planificación de ciudades inteligentes, en las cuales se maximiza el uso de energías renovables y de recursos.
Hasta hace unos pocos años el sueño de tener un hogar inteligente y autosuficiente estaba lejos. Costos siderales, escasa tecnología disponible y falta de entusiasmo y de especialistas eran lo que más dificultaban el crecimiento de esta rama.
Hoy todo ha cambiado, y la domótica puede considerarse una realidad en crecimiento y con buena salud. Al surgimiento de nuevas tecnologías ha contribuido la preocupación ambiental (el hogar inteligente puede ahorrar hasta un 40% de energía a lo largo de un año) y hasta la necesidad de aumentar seguridad.
O la sensación de seguridad, porque al fin y al cabo somos humanos y nos gusta tener todo controlado, y un hogar en internet nos da otra sensación de control. Aunque con la simulación de presencia, entre otras cosas, la seguridad aumentará y no estamos hablando de sensaciones sino de algo real, tangible.
El crecimiento de la domótica ha sido tal que hoy no son pocos los sociólogos que se preguntan como serán los hogares en pocos años, con tanta inteligencia artificial disponible. Tal vez se pueda pensar en barrios en red, o ciudades enteras en red, interconectadas para gestionar recursos.
Es así como la domótica deja lugar a la urbamótica, que es el diseño y planificación de ciudades inteligentes, en las cuales se maximiza el uso de energías renovables y de recursos.